"El oso que jugaba con las estaciones"
Capítulo 1: Primavera - La llegada de la pelota mágica
En un bosque encantado vivía un oso llamado Oli. A Oli le encantaba jugar al aire libre,
pero su juego favorito era con una pelota que siempre llevaba consigo. Esta pelota, sin embargo,
era especial, ¡era mágica! Cambiaba de color según la estación del año.
Un día de primavera, mientras Oli jugaba con su pelota, esta empezó a brillar y de
repente se transformó en un suave color verde. Oli se sorprendió y decidió seguir jugando,
emocionado por la nueva temporada que comenzaba.
Capítulo 2: Verano - El encuentro con el gato misterioso
En verano, Oli conoció a un gato muy curioso llamado Gaspar. Gaspar era diferente a los
demás gatos, ¡le encantaba jugar con pelotas! Oli y Gaspar se hicieron amigos al instante y
pasaron muchos días jugando juntos.
Un día, mientras jugaban, la pelota mágica de Oli comenzó a brillar intensamente. De
repente, la pelota se dividió en dos, y cada mitad tomó el color del pelaje de Oli y Gaspar. Era
una sorpresa inesperada, ahora tenían dos pelotas mágicas para jugar juntos.
Capítulo 3: Otoño - La lección de compartir
En otoño, las hojas caían y el viento soplaba suavemente. Oli y Gaspar seguían jugando
con sus pelotas mágicas, pero algo comenzó a preocupar a Oli. Gaspar siempre quería jugar con
las dos pelotas, y Oli empezaba a sentirse triste porque pensaba que ya no tendría una pelota para
él solo.
Un día, Oli decidió hablar con Gaspar y compartir sus sentimientos. Gaspar comprendió
y juntos aprendieron la lección de compartir. Desde ese día, jugaron juntos de manera equitativa
y se divirtieron aún más.
Capítulo 4: Invierno - La felicidad en la diversidad
Cuando llegó el invierno, el bosque se cubrió de nieve y todo parecía tranquilo. Oli y
Gaspar continuaban jugando juntos, pero ahora tenían que adaptarse al clima frío. Decidieron
construir un muñeco de nieve con las pelotas mágicas, y al hacerlo, las pelotas se transformaron
en un hermoso arcoíris que iluminó todo el bosque.
Oli y Gaspar se abrazaron, felices de tenerse el uno al otro y de haber aprendido grandes
lecciones juntos. Ahora entendían que la verdadera magia estaba en la diversidad y en la amistad
que compartían.
¡Y colorín colorado, este cuento se ha acabado! Espero que hayas disfrutado de esta
historia.
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